Bitácoras

Bitácora del Dr Lulo


En una mañana relativamente fría tomo mi valija de cuero que contiene un pantalón, una camisa, un chaleco, el guardapolvo, las medias, mis zapatos, los tiradores, el espejo, las narices rojas, los anteojos, un peine, una peluca, prendedores, instrumentos musicales, camiones, cuadernos, lápices, títeres, mariposas, sueños y un morral lleno de magia para regalar.
Salgo de mi guarida al encuentro de mis camaradas de juego, camino por los pasillos parsimoniosamente, saludo a los aldeanos, bajo escalón tras escalón, tratando de no ser descubierto. Atravieso el bosque, saludo a los árboles y a los pájaros, paso delante de la taberna que permanece cerrada aún, a lo lejos el árbol de los deseos me hace un guiño, así sigo lenta pero decididamente hasta las escalinatas del castillo embrujado. Una vez allí, me dispongo a esperar. Después de un breve instante veo acercarse hacia mí, como al galope, al embajador Iribarne. Se pasa unos metros, frena, retrocede, desensilla, y nos fundimos en un abrazo. Me relata el comunicado que se dieron las palomas mensajeras, entre idas y venidas, cambio de planes…, debemos encontrarnos en la torre del castillo. Mientras cruzamos el puente, vamos saludando a los cortesanos que entran y salen, muchos de ellos no tan sanos, igualmente los saludamos.
Subimos las escaleras de mármol charlando de nuestro viaje, de cómo nos sentimos, de nuevas propuestas, de nosotros entre otras cosas…
Al llegar al último piso, pasamos por una de las tantas salas, hasta llegar donde se encuentra Julieta, mezcla de mujer y dragón que echa humo por sus narinas, la guardiana de las llaves de la torre. Al vernos con una sonrisa en su boca, nos dice que ya se la entregó a su Romeo “Juan Feliz Domingo”. Ya en la torre que se encuentra en el ala sur del castillo, nos encontramos con el resto de la tropa, los guardianes del juego y las grandes aventuras; nos saludamos unos con otros, hasta que el embajador Iribarne da el toque de clarín para que nos apuremos, en especial a quien suscribe.
La torre es un lugar pequeño donde se guardan en cajones y viejos estantes de madera, actas secretas del castillo.
En medio de tanto revuelo de armaduras, espejos, medias, mariposas, varitas mágicas, instrumentos musicales, nos vamos ayudando unos a otros.
Una vez preparados, la mariscal ordena la tropa poniéndonos en situación. Enumera los puntos cardinales que se deben flanquear, así vamos entre todos dividiéndonos las tareas según las ganas y estados de ánimo de cada quien, o en colaboración y en apoyo al grupo.
A mí me toca compartir aventuras con la Dra Carolinda Bismuto, nuestra tarea visitar a un millonario que habita el piso superior de uno de los alojamientos dependientes del castillo.
Una vez decidido hacia donde rumbear, nos ponemos nuestras armaduras rojas, cargamos nuestras armas en un morral, nos reencontramos ya siendo otros y los mismos a la vez, arengamos como de costumbre y salimos a la carga.
También debo decir que como siempre los dos personajes que llegaron juntos al principio de la narración, son los que forman la delantera y la trasera de la tropa; imagínense ustedes quien es el que va delante y quien el retrasado…
El castillo está emplazado y es visitado por los habitantes de las comarcas, de las Flores Bajas, los Soles de Dátiles y por los parques que están un poco Chacabucos.
Dada esta descripción y ubicación espacial y especial, dejamos la torre para dirigirnos las duplas a los lugares que hemos decidido intervenir.
Realizamos el camino inverso, pasamos por las salas del piso superior del castillo, nuestro Romeo le hace entrega las llaves a su Julieta, bajamos las escaleras de mármol, cruzamos el puente, bajamos nuevamente las escalinatas, y nos hacemos de la calle. Pasan los carros, soldados de la repartición vigilan la zona, mientras nosotros nos movemos con total naturalidad, siendo todo el tiempo descubiertos, en particular por los niños que se nos acercan a saludar.
El grupo se divide en las puertas de la taberna que justamente acaba de abrir sus puertas. Con la Dra Carolinda Bismuto vamos en busca del millonario que al día de hoy es un nuevo rey, ya que acaba de ganar una nueva copa, su nombre es Ever Balbis.
Hasta llegar al encuentro con él nos cruzamos con multitudes de aldeanos, artesanos, cortesanos, vagabundos, soldados, vendedores de alimentos, perros y otros menesteres que nos demoran la llegada.
Una vez alcanzado el piso superior del millonario devenido en rey, nos topamos con un grupo de personas reunidas en forma circular, como debatiendo quien sostenía a quien, estaba pasando algo importante en ese momento de sus vidas. Un ser querido llevaba horas en manos de unos chamanes que la estaban tratando de sanar.
Nos acercamos delicadamente, y vimos que la matriarca del grupo necesitaba fuerzas para resistir ese embate, sacamos de nuestro morral de armas la cajita de los deseos, pidiéndole permiso se la acercamos explicándole de que se trataba este asunto de pedir deseos. La Dra abrió la cajita se la acercó y le dijo suavemente que pida un deseo, mientras lo hacía, yo tocaba una no tan dulce melodía con la armónica.
Al finalizar le propinamos ese abrazo que estaba necesitando, fue tan intenso que nos pusimos todos a llorar, en mi caso fue por dentro…, en otro capítulo les contaré el porqué.
Fue un momento mágico, muy intenso, lo más increíble fue que en ese preciso momento sale su hija de lo del chaman, lo mas campante, la reacción siguió siendo más que mágica, nos adjudicaron el cumplimiento de sus deseos, ni lerdos ni perezosos, así lo recibimos.
Con todo eso dentro y fuera nuestro seguimos nuestro camino en silencio, conmocionados.
Llegamos a la puerta donde se alojaba el millonario, y haciéndonos pasar también por millonarios dimos con él. Como estaba durmiendo decidimos dejarle una sorpresa pegada en su mesa de luz, una mariposa y un cartel que decía que tengas un buen día Puente Clown.
Donde dice... léase:
Guarida: hospital de día
Castillo embrujado: dirección del hospital, y sus anexos.
Bosque: jardines del hospital
Camaradas: compañeres clown
Aldeanos: personal del hospital y pacientes.
Embajador: máximo representante de un país, organización, etc, ante otros.
Palomas mensajeras: celulares.
Comarcas: barrios – Bajo Flores, Soldati y Parque Chacabuco
Armaduras rojas: Narices Clown.
Morral de armas: títeres, medidores de sonrisa, instrumentos musicales, lápices de colores, stikers, etc
Cortesanos: directivos- personal administrativo.
Millonario: hincha de River.
Soldados: personal de seguridad y gendarmes.
Taberna: bar del hospital.


Intervención del Dr Lulo con la Dra Carolinda Bismuto, en el pasillo y sala de internación de la unidad II del hospital Piñero.
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